domingo, 10 de agosto de 2003

San Antonio Gaudí

La primera noticia que tuve de la santidad de Antonio Gaudí fue durante una visita guiada a la colonia Güell, un pequeño poblado que el empresario catalán Eusebi Güell construyó para los obreros de sus fábricas textiles, cuando los conflictos sociales de fines del siglo XIX lo llevaron a sacar sus negocios de Barcelona, para ubicarlos en la entonces localidad rural de Santa Coloma de Cervelló. La colonia obrera se empezó a construir en 1890, como parte de un complejo industrial modelo, con la participación de importantes arquitectos. Gaudí fue el responsable de la edificación de la iglesia.

La visita guiada recorre calles, plazas e inmuebles de uso público. En una de las múltiples paradas, el guía mostró dos retratos de Gaudí. En el primero se veía totalmente calvo a pesar de ser relativamente joven, mientras que en el segundo, con bastante más edad tenía mucho más cabello. El guía aclaró que la calvicie del primer retrato no era porque Gaudí se hubiera rapado, pues en la imagen no se observaban vestigios de capilares activos, sino una superficie brillosa y pareja, característica de la calvicie permanente. Fue entonces que preguntó a qué atribuíamos que un calvo recuperara el cabello y la respuesta no se hizo esperar: "A la santidad de Gaudí". El guía simplemente hizo una afirmación con la cabeza, mientras yo lo miraba sorprendida.

Días después visité la Sagrada Familia. En la cripta (que conserva el estilo gótico del proyecto original) está la tumba del famoso arquitecto, a quien los visitantes rinden tributo no como artista, sino como santo: en la semi penumbra encienden una vela y de rodillas frente a su sepulcro rezan en silencio, con los ojos cerrados y un ligero movimiento de labios; absortos en su fe y entregados en su oración.

En la capilla encontré un folleto titulado Gaudí, arquitecto de Dios, por el que supe que el proceso de beatificación está siendo promovido por la Associació pro Beatificació d'Antoni Gaudí, desde el 13 de mayo de 1994. También, que a la influencia de Gaudí se atribuyen varias conversiones al catolicismo: la del arquitecto japonés Kenji Imai; la del escultor, también japonés, Etsuro Sotoo; la del empresario estadunidense Charles Teetor, y la del directivo de la Cámara de Comercio de Pusan (Corea), Jun Young-Joo.

El folleto concluye exhortando al lector a pedir cosas a Gaudí e incluye una oración que hay que rezar a lo largo de nueve días (una novena).  Una vez obtenido el favor, indican, hay que informarlo a la Asociación pro Beatificación de Antonio Gaudí.

2 comentarios:

  1. Pos acá, pasando lista.
    San Gaudi... qué cosa!!!

    Con ser el arquitecto que es ya merece la Gloria laíca.
    -*-*-

    La foto de la alberca vacia, es genial.

    Saludos,
    Jorge

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  2. Saludos. Doy por casualidad con este blog y me encuentro un itinerario similar en año y en destinos con uno que yo realizé.
    Gran cosa, me conmueve.

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